Sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio
En 2007, Manos Unidas inició un ciclo de ocho años dedicados a reflexionar sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estos objetivos, firmados por la mayoría de los estados miembros de las Naciones Unidas al final de la Cumbre del Milenio, celebrada en Nueva York en el año 2000, pretenden contribuir a erradicar el hambre y la pobreza, a mejorar la educación, la salud, la situación de las mujeres y el medio ambiente para el año 2015. Estas fueron las campañas de 2007 a 2012:
Año 2012: La salud, Derecho de todos: ¡Actúa!
La Campaña del año 2012, centrada en el sexto Objetivo del Milenio, tiene como fin proteger la salud de los más vulnerables. ¿Cómo? procurándoles unas condiciones de vida dignas y combatiendo el VIH/SIDA, la malaria, y las enfermedades olvidadas, especialmente virulentas entre los más pobres. Para ello solicitamos la colaboración de toda la sociedad, porque no podemos permanecer indiferentes ante la enfermedad, el hambre, la miseria y la ignorancia.
Porque el derecho a la salud es un problema de justicia social que nos incumbe a todos. Hoy en día nadie puede ya ignorar que en nuestro mundo son innumerables las personas torturadas por la enfermedad y la pobreza. Regiones enteras se ven condenadas al desaliento. La gravedad de esta situación exige cambios decisivos en nuestras propias vidas; en el uso que estamos haciendo de nuestros bienes y de nuestro tiempo. ¿En qué gastamos la vida…?
El derecho a la salud y a bienes tan básicos como los fármacos y las vacunas, está gravemente amenazado por los desequilibrios económicos del mundo. Y, sin embargo, son indispensables para mejorar las condiciones de vida de los más vulnerables. Por eso es necesario que denunciemos esta situación y que aunemos fuerzas para erradicar las causas por las que enferman y mueren estas personas.
Porque el derecho a la salud es un problema de justicia social que nos incumbe a todos. Hoy en día nadie puede ya ignorar que en nuestro mundo son innumerables las personas torturadas por la enfermedad y la pobreza. Regiones enteras se ven condenadas al desaliento. La gravedad de esta situación exige cambios decisivos en nuestras propias vidas; en el uso que estamos haciendo de nuestros bienes y de nuestro tiempo. ¿En qué gastamos la vida…?
El derecho a la salud y a bienes tan básicos como los fármacos y las vacunas, está gravemente amenazado por los desequilibrios económicos del mundo. Y, sin embargo, son indispensables para mejorar las condiciones de vida de los más vulnerables. Por eso es necesario que denunciemos esta situación y que aunemos fuerzas para erradicar las causas por las que enferman y mueren estas personas.
El 97% de la mortalidad por enfermedades infecciosas tiene lugar en países en desarrollo, pero la investigación farmacológica se centra, prácticamente, en los problemas de los países desarrollados. Aunque la Declaración de Doha establece que la protección de la propiedad intelectual no debe impedir la protección de la salud pública de los más pobres y reconoce su derecho a producir e importar genéricos, este acuerdo no se cumple. De hecho, la enfermedad es hoy un negocio multimillonario.
Año 2011: Su mañana es hoy
Cada hora mueren más de 1.000 menores de cinco años por diferentes causas y cada minuto mueren 9 niños por causas asociadas a la desnutrición. El problema es tan grave que, cuando en el año 2000, la ONU aprobó los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio, dedicó el cuarto a este problema, con el fin de reducir la mortalidad infantil en dos terceras partes antes del 2015. Pasados tantos años volvemos a preguntarnos: ¿cómo podemos conseguir este objetivo? En el año 2011, Manos Unidas celebró la campaña LII. Seguimos trabajando por alcanzar el objetivo de nuestra misión: acabar con la pobreza y el hambre. Pero, además, este año, dentro de las campañas dedicadas a los ODM, centramos todos los esfuerzos en el 4º objetivo, la reducción de la mortalidad de los niños menores de 5 años. Sabemos que la pobreza es territorio donde germinan muchas injusticias que afectan a tres cuartas partes de la humanidad. En la medida en que consigamos disminuir los niveles de pobreza, enfermedad, desnutrición y analfabetismo, podremos reducir la mortalidad infantil. Lo que hagamos en esta fase de la vida es decisivo para la supervivencia de los niños y su posterior desarrollo, porque en estas edades es cuando son más vulnerables.
Año 2010: Contra el hambre, defiende la tierra
En el año 2010, Manos Unidas celebró su Campaña LI, bajo el lema “Contra el hambre, defiende la Tierra”, centrada en la erradicación de la pobreza y el hambre como elemento esencial de su identidad, inspirada en los valores del Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia. En esta Campaña, se abordó la lucha contra el hambre desde la defensa de nuestra casa, la tierra, y la sostenibilidad del medio ambiente, teniendo en cuenta principalmente las consecuencias que el cambio climático origina para la vida de los más pobres. En esta etapa de crisis y cambio globales, el Papa Benedicto XVI se pregunta: “¿cómo no evocar la crisis alimentaria y el cambio climático, que dificultan todavía más el acceso a los alimentos y al agua a los habitantes de las regiones más pobres del planeta?” El cambio climático no es un tema nuevo en la agenda internacional; desde finales del siglo pasado hay estudios científicos, reuniones y congresos que denuncian la cada vez más alarmante situación: en 1987, la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, liderada por Gro Brundtland, definió el desarrollo “sostenible”; en la “Cumbre de la Tierra” (Rio de Janeiro, 1992), se empezó a hablar de “cambio climático”; en 1997, se firmó el Protocolo de Kyoto sobre algunos compromisos para frenar las causas del calentamiento global; en 2002, se celebró la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible en Johannesburgo; en diciembre de 2009, en Copenhague, tiene lugar la Cumbre sobre el cambio climático de la cual sale el nuevo acuerdo que sustituirá los compromisos del Protocolo de Kyoto a partir del año 2012. Las cuestiones del cambio climático nos obligan a formar una nueva conciencia sobre el estado de nuestro planeta, porque la crisis global en que nos encontramos es consecuencia de un modelo de desarrollo insostenible. Estamos haciendo un mal uso de sus recursos y alterando el equilibrio del ecosistema y del clima, que son un bien común, un don de Dios para todos, que debe protegerse para las generaciones presentes y futuras.
Año 2009: Combatir el hambre, proyecto de todos
Erradicar la pobreza extrema y el hambre es el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio; en sintonía, el lema de
la campaña de Manos Unidas para el año 2009 fue “Combatir el hambre, proyecto de todos”. Según los indicadores de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en 1990, el hambre en el mundo iba disminuyendo. Entre los años 2000- 2003, se estimaba que las personas que pasaban hambre eran 848 millones. En el año 2006, según la FAO, los hambrientos eran 854 millones. En el año 2008, saltan todas las alertas porque las personas que pasan hambre han aumentado a 923 millones, de los cuales, 907 millones habitan en países en desarrollo. Además, 58 millones de mujeres darán a luz este año sin asistencia médica; 56 millones de niños y niñas de África y Asia ni siquiera han recibido educación primaria; 2.700 millones de seres humanos viven en la miseria absoluta, sin renta fija, sin trabajo, sin alimentos suficientes, sin alojamiento adecuado; más de 160 millones de personas sobreviven al día con menos de medio dólar… Algo se está haciendo mal, muy mal. ¿Qué está pasando para que, en un mundo cada vez más rico y con cosechas más abundantes, haya aumentado el número de personas que pasan hambre? ¿Qué puede pasar si no ponemos soluciones?
Año 2008: Madres sanas, derecho y esperanza
El Objetivo del Milenio que persigue mejorar la salud materna establece la meta de reducir, en tres cuartas partes, la tasa de mortalidad materna para el año 2015. Este desafío entronca en el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que establece que “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, (…); y que “la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales”. Sin embargo, según organismos de Naciones Unidas, las muertes, lesiones y discapacidades relacionadas con el embarazo y el parto son los problemas más desatendidos del mundo. Casi se consideran asuntos que conciernen únicamente a las mujeres. Por otro lado, sabemos que ellas se ocupan, en general, de cuidar de la salud de los miembros de la familia, especialmente de los que no se valen por sí mismos (niños, enfermos, los afectados por alguna discapacidad, ancianos) y del cuidado del hogar.
Año 2007: Sabes leer, ellos no. Podemos cambiarlo
Durante el año 2007, reflexionamos sobre el derecho universal a la educación y la importancia de lograr
la educación primaria universal para los niños y niñas de todo el mundo. El objetivo 2 de los ODM persigue “lograr la educación primaria universal”.
Según el Informe Objetivos del Milenio 2005 de Naciones Unidas, “la educación brinda opciones a los seres humanos en cuanto al tipo de vida que desean llevar; les permite, asimismo, expresarse con confianza en sus relaciones personales, en la comunidad y en el trabajo”. Sin embargo, hay más de 130 millones de niños (Informe PNUD 2006) en edad de asistir a la escuela primaria que, al no poder acudir a ella, se ven privados de ejercer este derecho humano. Hay distintas razones, pero, en su mayoría, se trata de niños procedentes de hogares pobres, cuyas madres con frecuencia tampoco han recibido educación formal.
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